Nuevo número de Teatro XXI

28/10/2020 (Todo el día)
Los invitamos leer el número 36 de Teatro XXI: http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/teatroxxi/issue/view/670
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
5
MT
EDITORIAL
Editorial
"
Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
MT
6
M
arina
S
ikora
embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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EDITORIAL
Editorial
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Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
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embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
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extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
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Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
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1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
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1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
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-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
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1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
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tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
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su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
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Teatro XXI
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donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
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nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
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de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
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En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
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La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
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extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
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1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
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Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
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virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
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[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
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-
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su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
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en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
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1
,
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de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
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ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
MT
6
M
arina
S
ikora
embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
5
MT
EDITORIAL
Editorial
"
Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
MT
6
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arina
S
ikora
embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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EDITORIAL
Editorial
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Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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arina
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ikora
embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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EDITORIAL
Editorial
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Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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EDITORIAL
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Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
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su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
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En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
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ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
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extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
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1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
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proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
5
MT
EDITORIAL
Editorial
"
Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
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su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
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nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
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1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
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trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
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doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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EDITORIAL
Editorial
"
Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
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su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
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queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
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En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
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mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
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Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
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ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
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EDITORIAL
Editorial
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Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
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tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
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su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
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en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
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cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
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incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
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dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
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La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
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forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
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1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
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proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
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-
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donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
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1
,
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de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
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En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
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dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
MT
6
M
arina
S
ikora
embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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EDITORIAL
Editorial
"
Marina Sikora
Desde la fundación de la revista en 1995, nuestro país ha atravesado todo tipo de
situaciones críticas así como períodos de bienestar que se han filtrado en la actividad
escénica y también en la académica, que son los dos ámbitos que se reúnen en nues
-
tra publicación. Hemos abordado el estudio de nuestro teatro viendo cómo la serie
social se filtra no sólo en la producción artística propiamente dicha, sino también en
su circulación y recepción. Hemos tratado de dar cuenta de las relaciones entre la
escena y la comunidad. En este sentido, queremos recordar el editorial que aparecía
en la publicación de la edición número siete de
Teatro XXI
en la primavera de 1998,
donde Osvaldo Pellettieri, su director y fundador, afirmaba:
Hace dos años, al cumplir
Teatro XXI
un año de vida, dijimos que lejos de abandonar
nuestra utopía (la de acercarnos a la gente de teatro sin salir del ámbito académico)
1
,
queríamos intensificarla. Dijimos también que deseábamos alcanzar un determinado
perfil para que nuestro teatro desde las distintas poéticas de fin de siglo se hiciera
cargo de los problemas, los mitos, los miedos, las contradicciones y las expectativas
de nuestra comunidad, y al mismo tiempo afirmar el carácter crítico de nuestra
revista. Y pensábamos que debíamos profundizar el diálogo con los teatristas,
incluirnos en su problemática.
En este devenir al que hacemos referencia, jamás imaginamos que nos encontraría
-
mos en una situación como la que estamos viviendo. Jamás pensamos abordar un
hecho comunitario desde la soledad de nuestras casas; jamás pensamos que el teatro
dejaría de reunirnos en un encuentro social y compartido para convertirse en un
ritual privado vía streaming.
La pandemia y su consecuente cuarentena nos ha obligado a adaptarnos y a reinven
-
tarnos. La virtualidad que era una herramienta preexistente se ha convertido en una
forma de vida: clases virtuales, reuniones virtuales, teatro virtual. En esta realidad
extraordinaria, publicamos un número de
Teatro XXI
que refleja lo que venimos dicien
-
do. En nuestro tradicional dossier, en el que siempre ofrecemos una obra inédita,
damos a conocer
Muerde
de Francisco Lumerman, estrenada el 10 de julio de 2020 en
Perú y en Argentina de forma simultánea a través de streaming.
La mayor parte de la sección referida a las críticas de espectáculos ofrece comenta
-
rios de aquellas puestas que tuvimos oportunidad de ver de la manera habitual. Sin
1. El paréntesis es nuestro.
 
 
ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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ikora
embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
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do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.ISSN 0328-9230 (impresa) / ISSN 2683-8451 (en línea)
Teatro XXI
/36 (2020):
[5-6]
doi: 10.34096/teatroxxi.n36.8794
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arina
S
ikora
embargo, el teatro en cuarentena se filtra también en el artículo de Pilar de León
“Multiplicidad de yos en tiempos de cuarentena”.
En el número anterior de nuestra revista, agradecíamos a la Secretaría de Publicaciones
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras la posibilidad de continuar con nuestro
proyecto. Hoy, más que nunca, debemos repetir ese agradecimiento, no sólo a la
Secretaría sino a todas las autoridades de nuestra facultad que no sólo nos dan la
oportunidad de seguir publicando en tiempos excepcionales sino que además han
trabajando para continuar con la vida académica.
Dicen que estas nuevas formas de comunicación y de intercambio social han veni
-
do para quedarse. Es indudable que aparecieron nuevas herramientas dentro de la
virtualidad que debemos aprovechar cuando volvamos a la vida tradicional porque
nos permiten explorar posibilidades que sólo se pensaban de forma presencial. A
pesar de esto, es nuestro deseo que se queden pero que no reemplacen a la vida en
comunidad, a las relaciones cercanas. Es nuestro deseo, también, que volvamos a
encontrarnos, que volvamos a aplaudir, que volvamos a festejar la vida y la escena.